Pedro Ortega
Historiador del Arte
Por una curiosa circunstancia, una amiga me puso en contacto con el intrigante protagonista de esta historia, este artista que se da a conocer bajo el acrónimo Miedho. Cambiamos unos amables mensajes y surgió la posibilidad de comentar este libro monográfico constituido por ensayos filosóficos y artísticos sobre su obra. Curioso de conocer un poco más a fondo su obra indagué por internet pero muy contadas obras suyas se pueden ver en la red. Según iba leyendo el libro, como ahora contaré, mi curiosidad se iba acrecentando cada vez más y confieso que tengo ganas de conocer a Miedho en persona y que me desvele algunas de sus obras, a poder ser viéndolas cara a cara y no por internet.
El libro que tenemos entre manos es una colección de ensayos sobre el artista, ya bien sobre su punto de vista acerca de la sociedad, la filosofía que profesa, comentarios de sus exposiciones, una entrevista y un ensayo artístico como colofón final. Los encargados de los textos han sido Héctor Martínez Sanz, Diego Vadillo López, Bodgan Ater y el propio Miedho.
Sin lugar a dudas, la línea argumental de este trabajo es una crítica social profunda y dura, una rebelión ante la alienación brutal de los individuos que nacen, crecen y mueren sometidos a un continuo lavado de cerebro a través de la imagen y de los mensajes que nos bombardean un día tras otros diciéndonos lo que debemos o no hacer, lo que debemos o no comprar: nos están formando desde pequeñitos a ser consumidores. En la lectura del libro me venía a la mente una terrible anécdota: a una clase de alumnos preescolares les habían llevado un día, como actividad extraescolar, a visitar las dependencias de un conocido centro comercial. Es algo trágico. Así que puedo decir que coincido plenamente con la idea general transmitida a lo largo del libro.
Otra cuestión es la magnífica crítica que hacen los autores sobe la obra de Miedho y que, como decía, me han despertado una tremenda curiosidad. La exposición “Eidolon”, término griego para designar imagen, fantasma o aparición, fija uno de los conceptos que Miedho quiere transmitir, esa alienación que sufrimos a través de la imagen. Otra de las exposiciones se basa en los cuatro elementos, los cuales Miedho traduce en colores. De alguna manera Miedho mira al pasado pagano de Grecia como en una suerte de búsqueda de un nuevo Renacimiento: echar la mirada atrás para recuperar los sabios valores de la Antigüedad que hace mucho tiempo que perdimos.
Pero sin duda alguna, como Historiador del Arte que soy, el ensayo que me ha gustado sobremanera es el realizado por Bodgan Ater puesto que es el primero que incardina la obra artística de Miedho con algunos referentes artísticos contemporáneos. La comparación de la obra de Miedho con la de Zdzislaw Beksinski me resulta tremendamente interesante, sobre todo por la admiración que siento por este artista polaco.
En este punto quiero poner de relieve algunas cuestiones que considero importantes y que se han pasado por alto o se han omitido. Me estoy refiriendo a incardinar a Miedho dentro del Movimiento Gótico. No me cabe la menor duda de que si alguien se presenta como artista y antepone esa etiqueta de gótico, probablemente va a ser denostado de primeras por ese malditismo que esta sociedad nos ha echado encima. Pero es que la ideología, la obra de Miedho –al menos la que conozco-, su indumentaria y la música que escucha –entre otros Marilyn Manson y Rammstein- se topan directamente con la concepción que yo tengo sobre lo que caracteriza al Movimiento Gótico. Como bien sabrán los lectores, una de mis últimas iniciativas es poner en valor lo gótico a través de la vía académica, con el Congreso sobre Arte, Literatura y Cultura Gótica urbana –la segunda edición se celebrará del 23 al 25 de mayo en el Centro Cultural La Corrala de Madrid- y la Revista Herejía y Belleza, que recoge las conferencias del congreso así como otros artículos académicos. Por ello creo que el considerarse dentro de un movimiento caracterizado precisamente por esa crítica social y los valores contraculturales que se expresan en el libro es algo de lo que hay que sentirse orgulloso y no debe ser ocultado. Al menos así lo siento yo.
Otra cuestión que quiero poner de relieve es que la obra de Miedho no debe analizarse de forma aislada, debe incardinarse en toda una serie de creadores que han seguido y siguen patrones ideológicos similares a los de Miedho. A mí se me vienen a la cabeza muchos artistas que, aún con diferencias formales, técnicas e iconográficas, deben alinearse con el buen hacer de Miedho, algunos nombres serían Raúl Moreira, María Menéndez, Alonso Urbanos, Rage Against World, Mara Hernández… Muchos de ellos estuvieron en la Exposición Ensueño Prerrafaelita (podéis consultar el catálogo online en Mentenebre).
Hechas estas precisiones quiero recomendar este libro porque de veras que conecta con un sentir, creo que generalizado, de todos aquellos que hacemos y leemos Mentenebre. Traza un componente ideológico que creo que es común a todos nosotros.
Y sólo me queda esperar a que pronto haya una circunstancia que me permita ver la obra de Miedho cara a cara, pues este libro me ha descubierto los numerosos puntos de vista que creo que compartimos con Miedho.
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Pedro Ortega es historiador del arte, titulado en Estudios Avanzados en Historia del Arte por la UAM y actualmente está realizando la tesis doctoral; director de la revista académica Herejía y Belleza; subdirector de la revista Mentenebre.
Advanced Studies on Art History. Currently writing Ph.D Thesis. Curator. Editor. Director of Herejía y Belleza magazine. Subdirector of Mentenebre magazine
Artículo originalmente publicado en la revista Mentenebre – España – 2013-03-18