Publicada en Niram Art Israel
Niram Art Israel: Usted es el autor de varios libros de aforismos de humor y este año llegará la versión en español del libro “Ángel con cuernos”, una edición mejorada y ampliada con más aforismos, con el título “El traje de Adán – Escondido detrás de las palabras”, publicada por la Editorial Niram Art. En primer lugar, quisiera que usted intentara darme una breve definición del ‘aforismo’ en un sentido menos ortodoxo y más personal.
Dorel Schor: Aforismo es la expresión lapidaria de un pensamiento, una constatación inteligente, una reflexión que sugiere una verdad. Si contiene también una pizca de humor, gusta más a la gente y es más fácil de recordar. He aquí un ejemplo de aforismo – definición: “un aforismo es una novela de una línea”… Hay colecciones de citas famosas, de pensamientos y máximas, de frases sabías y adecuadas, pero yo prefiero los flashes inteligentes que te obligan a una segunda lectura porque lo merecen.
N. A. Israel: ¿Qué le hizo acercarse a este género menos tocado en la literatura?
D. S. Si hubiera tenido el largo aliento de un novelista, no estaría escribiendo sketches breves, de humor. Probablemente, se me da mejor el género corto, la réplica inmediata. Se conoce el caso del escritor que se excusa: “Tengo mucha prisa, así que no tengo tiempo para escribir en pocas palabras”. Yo tampoco tengo mucho tiempo, simplemente no sé cómo escribir con frases largas. El aforismo se ajusta a mí… Creo que el lugar del aforismo espiritual está en la literatura humorística y ésta puede ser satírica, irónica, cínica… puede ser mala hasta el dolor. Especialmente en el caso de los autores de humor encaja a la perfección el aforismo de Buffon: “El estilo es el hombre.” ¡Admitimos, por tanto, que el hombre también es el estilo!
N. A. Israel: ¿Cómo ve usted la universalidad de estos aforismos?
D.S. ¿Sabe quien ha formulado los primeros aforismos? Un médico mucho más conocido que yo, “el colega”, Hipócrates. Pensamientos que han cruzado los siglos nos han llegado del rey Salomón, de Eurípides, Demócrito, Platón y Aristóteles, Cicerón y Séneca, de Omar Khayam y Confucio, Shakespeare y Rouchefoucauld, Cervantes y Voltaire, Goethe, Napoleón y Tagore. El aforismo se dirige a las personas inteligentes, que se encuentran en todas las partes… en una medida u otra…
N. A. Israel: Para reanudar el hilo de su historia personal. Usted comenzó a escribir y publicar a la edad de 9 años, en varias revistas para niños y jóvenes. ¿Podría decirme algo más sobre el ambiente familiar que hizo posible esta actividad tan precoz? ¿Ha heredado de sus padres el amor a los libros y la escritura?
D. S. La respuesta está en la misma pregunta. De mi abuelo materno, heredé el nombre y un diccionario Saineanu del año 1908. Un diccionario rumano-rumano en la casa de un judío de Stefanesti, una urbe famosa por la corte de un gran rabino, no era algo muy común, pero David Schor tenía una gran biblioteca en rumano y en yiddish, donde se reunían grandes escritores y filósofos. Mi padre había hecho la escuela secundaria en la Rusia zarista, llegando a Rumania a causa de los pogromos que llegaron en los años después de la revolución y fue un autodidacta en rumano. Hay que tener en cuenta que me llamo Schor por ambos lados de la familia, materna y paterna, familias que provenían de diferentes países. La explicación radica en las letras shin, vaf, resh, que en hebreo significan “shofet ve rabi”, es decir juez y rabino. Pero, estos “Schor” no eran formalmente ninguna de las dos cosas, simplemente eran personas que la colectividad les consideraba cultos y correctos, capaces de juzgar los problemas que surgían dentro de la comunidad judía, sin recurrir a las autoridades.
N. A. Israel: ¿Cuáles cree que son las características del humor judío, teniendo en cuenta su inclusión en el libro “5000 años de humor judío, una antología subjetiva” de Tesu Solomovici?
D.S. Este libro demuestra claramente que sin humor, el judío no hubiera podido sobrevivir. Es sólo en apariencia una paradoja el hecho de que el pueblo con la más trágica historia haya dado tantos humoristas famosos. Mi inclusión en el volumen es un voto de confianza. Me siento más que honrado estar al lado de vecinos como: Shalom Alechem, Efraim Kishon, Woody Allen, Groucho Marx, Moritz Saphir, Pierre Dac, como también Cilibi Moise, Ion Pribeagu, Aurel Baranga, Valentin Silvestru…
N. A. Israel: Paralelamente a los textos humorísticos ha construido, con el tiempo, una verdadera colección de presentaciones y crónicas de arte sobre artistas israelíes y, en particular, sobre el panorama artístico de la alyiah rumana en Israel, publicadas en diversas revistas israelíes. Entre ellos, podemos mencionar algunos que ya están presentes también en la revista Niram Art Israel: Baruch Elron, Samy Briss, Miriam Cojocaru, Fani Cohn. Sé que usted es también coleccionista de arte. ¿Cómo dio este paso, desde amante del arte a crítico?
D.S. He sido coleccionista de arte, más modesto, obviamente, desde antes de mi llegada a Israel. Aunque era un joven médico, me pidieron que ejerciera de secretario literario provisionalmente, durante un año, en el teatro de Botosani. Fue una buena oportunidad no sólo para conocer actrices, sino también dramaturgos, directores, escenógrafos. Entre estos últimos, Constantin Piliuta, Ion Muraru, Vasile Jurje … Entre los colaboradores del periódico por el que trabaja, conocí a los pintores y Mocanu y Vigh. A través de ellos y junto con ellos, descubrí la pintura moderna, empecé a coleccionar, pero lo que era más grande en tamaño no pudimos llevar con nosotros cuando emigramos. En Israel, inicié una columna de bellas artes en la revista “Orient Express”, acompañada de una mini-exposición en las páginas en color. La idea tuvo éxito entre los lectores, los editores me animaron… escribí sobre Silvia Ghinsberg, Miriam Cojocaru, Edwin Solomon, Tuvia Juster, Baruch Elron, Liana Sxone-Horodi, Zahava Lupu, Moni Leibovici, Avi Schwartz, Eduard Mattes, Eduard Grossman, Vladimir Strihan, Zina Bercovici, Moris Manes, Lipa Natanson… Pero el número es mucho mayor, incluyendo a artistas judíos de vanguardia de Rumania, pintores israelíes formados otros países, procedentes de las ex repúblicas soviéticas, de Francia, los Estados Unidos, Alemania, Argentina, Croacia, Polonia, Hungría, Marruecos, Países Bajos, Sudáfrica, Yemen, Australia…
N. A. Israel: En la entrevista concedida por usted a Razvan Niculescu y publicada en la revista Orient-Express de Israel, he leído una interesante afirmación: “En cuanto al humor, el con más calidad es el involuntario. Sólo hay que recogerlo discretamente, limpiarlo de impurezas y servirlo antes de que se evaporen las vitaminas”. En el volumen en vía de publicación, descubro una nueva definición del humor:”la sangre es salada. Las lágrimas son saladas. Por lo tanto, de todos los géneros literarios, el humor es el más orgánico”. ¿En qué medida es el humor necesario para el ser humano y cuáles son los beneficios de “su uso” a diario?
D.S. Yo podría, como médico, responderle con una obviedad: la risa es saludable. Usted probablemente ha oído de las clínicas que practican “sesiones colectivas de risa.” Vale la pena ver el espectáculo… la risa es contagiosa, en algún momento te estás riendo y te preguntas por qué, pero después te sientes animado y optimista. El día en el que no te hayas reído es un día insignificante, lo escribí hace poco tiempo… Pero en el subsuelo de mis aforismos, siempre he apostado no por la risa gruesa, sino por la sonrisa. Le doy un ejemplo de humor involuntario. En la ceremonia de entrega de unos premios literarios, una señora me felicitó. Le pregunté si me conocía por los escritos. Oh, no, me respondió ella coquetamente, sólo por la lectura…
N. A. Israel: ¿Cree que si hay seres extraterrestres con forma de organización avanzadas, sería posible que tuvieran también el sentido del humor?
D.S. Si existen, estas criaturas se encuentran en una etapa de desarrollo más avanzado que nosotros. Y si son más inteligentes que nosotros, entonces tienen un humor de mejor calidad. Tal vez sutil y cerebral.
N. A. Israel: Al oír la noticia sobre la descubierta de un planeta con dos soles, varios comentaristas judíos tuvieron un vivo debate sobre cómo se calcularía el momento de la puesta del sol, para empezar el Shabat, si la humanidad colonizara, en el futuro, aquel planeta. Independientemente del humor de la situación, surge la pregunta: ¿sobrevivirá el sentido del humor en el ser humano durante miles de años y después de colonizaciones de otros planetas?
D.S. Si tenemos en cuenta la experiencia de la supervivencia judía, el humor es necesario como un componente obligatorio. Pero, el humor obligatorio me parece una idea risible.
N. A. Israel: Si fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, entonces Dios también tiene sentido del humor. Confiesa usted mismo esta opinión en sus aforismos. ¿Me podría un solo ejemplo de humor divino?
D.S. Mientras los ejemplos me pertenezcan, el humor no es divino, sino profano. Tomando algunos ejemplos al azar: “Gracias, Señor, por haberme hecho ateo”, o “¡Maldito seas en el nombre del Señor! ¿Cómo demonios?” o “Señor, ayúdanos casi a todos…” “Lo que no puedes comprender, explica a los demás…” “Si llegas a una conclusión, no es obligatorio que te quedes allí…”, “El diablo apareció junto con la religión…” “En el principio había la Palabra, y luego la cubrieron las palabras…”, “Dios trabaja a través de las personas. Y el diablo también…” En el libro, se pueden encontrar muchos más ejemplos.
N. A. Israel: Siguiendo la misma línea religiosa, no puedo dejar de notar que el título de su libro tiene referencias bíblicas. Adán, con o sin traje, oculto o no, aún vive en todos nosotros. ¿Si usted fuera aquel Adán originario y el árbol del conocimiento del buen y del mal fuera en realidad el árbol del sentido del humor, mordería del fruto prohibido?
D.S. ¿El árbol de sentido del humor? Según la leyenda de la Biblia, significaría que no podía saber qué clase de árbol era o que no dependería de mi voluntad o interés primordial, sino de mi esposa y la calidad de la fruta…. Creo que valdría la pena el riesgo… De todos modos, como dijo Mark Twain, el Jardín del Edén es bastante aburrido.
N. A. Israel: Muchos aforismos humorísticos de gran sabor pertenecen al gran físico Albert Einstein. ¿Cuál es la relación entre la inteligencia y el humor?
D.S. Volvemos a la origen judío del científico. Humor de calidad sin inteligencia no existe. En principio, tampoco existe inteligencia sin humor… En lo que concierne a Albert Einstein, era muy inteligente, pero nunca llegó a ser rico. Esto me parece preocupante.
N. A. Israel: ¿Cuál es su aforismo favorito?
D.S. Mi aforismo favorito… son varios. Sócrates: “conócete a ti mismo”. Buffón: “el estilo es el hombre”. Lec: “También en cima del trono se desgastan los pantalones”
N. A. Israel: ¿Cree que el género del aforismo tiene más público en Israel que en otros países? En caso afirmativo, explique por qué.
D.S. Para que no tenga que explicar, no creo que en Israel haya más público para los aforismos. Pero aquí, por la naturaleza misma de las cosas, es el lugar de encuentro de los inimitables chistes en yiddish, los proverbios árabes, el espíritu eslavo, las bromas rumanas, las anécdotas polacas, la ironía húngara, temas alemanas, la frivolidad francesa, el humor seco británico. La producción del humor es directamente proporcional a los problemas, las tensiones, los conflictos que nos rodean.
N. A. Israel: Humor, literatura, religión, ciencia, todas estas se pueden encontrar en la obra del artista plástico israelí Baruch Elron, que usted mismo ha presentado muchas veces, en las páginas de tantas revistas. Era también un buen amigo del pintor. Su volumen se lanzará en España en el mismo día con el libro “Baruch Elron”, escrito por crítico de arte Héctor Martínez Sanz, y en vía de publicación por la misma Editorial Niram Art.
¿Nos puede confesar algunas frases o situaciones humorísticas que puedan revelar más sobre la personalidad del gran pintor?
D.S. En el libro “5000 años de humor judío”, hay también muchas ilustraciones firmadas por Baruch Elron. Obviamente, con un humor sutil y de calidad, tal como está concebido todo el volumen. Mis recuerdos sobre Bik, como lo llamaban los amigos, se centran más en el período en que su salud era muy pobre. Seguía pintando con obstinación, creo que la pintura le dio algunos años más, como antes le había dado él tantos de sus años más bellos a la pintura. Por la naturaleza de las cosas, la situación no abundaba en humor, sin embargo, tomé nota de algunas de sus palabras más divertidas, que publiqué en mi espacio semanal de aforismos de algunas revistas de Tel Aviv, citando el autor, como por ejemplo: “la inmortalidad consiste en no olvidar”.
N. A. Israel: Dejándole el derecho de esconder detrás de las palabras todo lo que considere necesario, le agradezco por su paciencia para responder a tantas preguntas.
D.S. Le doy las gracias y le deseo salud. Se trata de un deseo sincero, aunque viniendo de un médico…
Nota: Entrevista realizada para la revista Niram Art Israel por Raquel Weizman