Aug 222014
  

Revista High Star Madrid

Diego Vadillo

Diego Vadillo

¿Quién es Diego Vadillo López? ¿Cómo se definiría a usted mismo?

Es esa una pregunta aparentemente sencilla y a la vez de notable dificultad, sobre todo cuando va referida a uno mismo. Es mejor que quien te conozca un poco con cierta perspectiva temporal se aventure a tal menester. Lo que sí creo poder decir es que el paso de los años no me ha cambiado en lo sustancial.

¿Qué autores han influenciado su estilo literario?

Sobre todo aquellos que, de un modo u otro, poseen cierta filiación barroca: desde Quevedo hasta Francisco Umbral, pasando por Gómez de la Serna, Valle-Inclán, y tantos otros…

Utiliza un lenguaje muy rico en sus obras. ¿A qué se debe esto?

Quizá a haber sido asiduo lector de los escritores mencionados en mi anterior respuesta, los cuales hacían uso de un muy discriminado y brillante léxico, algo que me resultaba embriagador. Qué mejor cuando uno lee literatura que embriagarse con dicha literatura…

En una ocasión dijo usted que se niega a ser gris. Es una filosofía de vida muy interesante. ¿Qué podría contarnos al respeto?

No recuerdo en qué contexto lo dije, pero, efectivamente, en la medida de mis posibilidades trato de huir de las plúmbeas tonalidades. Entiendo la vida como una lucha atroz por salir a flote, pero si en tal periplo contamos con una presencia de ánimo dotada con cierta paleta cromática, dicho discurrir habrá merecido más la pena pues habremos tenido la oportunidad de recrearnos con el regocijo de momentos felices, que son que cuando se hace balance abrigan y dan sentido a una trayectoria.

Recientemente se publicó su último libro Orfebrerías de lo sublime. ¿Cuál es el tema principal del libro?

La consecución por parte de una serie de creadores de las más diversas disciplinas de unos resultados fascinantes. Y, por otro lado, se trata de hacer ver las conexiones entre los códigos analíticos de las obras literarias con los de las pertenecientes al universo de las artes plásticas.

Construye usted muy bien a sus personajes, describe con detalles no solamente las situaciones en las que se ven involucrados, sino también sus emociones. Por ejemplo,

Don Hez Pecunia Dior, el personaje principal de su última novela Don Hez Pecunia Dior y los Hijos de Pauta, se siente insatisfecho, está en un profundo estado de apatía.

¿A qué se debe esta sensibilidad tan especial que tiene el escritor Diego Vadillo López?

Agradezco las palabras que me dedica. No sé, como cualquiera tengo mis intereses de toda índole y supongo que muchas de mis inquietudes y desasosiegos se ven reflejados en la obra escrita.

¿Cómo surgió la idea de la novela?

Como casi siempre, de mi deambular por el entorno urbano y de viajar en el transporte público. Muchas veces uno se encuentra a diario con situaciones que parecerían inauditas en una obra de ficción. A partir de la experiencia personal muchas veces, con la ayuda de los ardides estilísticos, se consiguen las más hilarantes y divertidas secuencias.

¿Qué proyectos tiene?

Hace bien preguntándome en plural, pero lamentablemente no le puedo responder hasta que no se concreten por si acaso se malogran.